La primeros vestigios de acupuntura se encontraron en China en forma de agujas hechas de piedra con una antigüedad superior a los 3000 años. Tras pasar por varias etapas de desarrollo y perfeccionamiento llega al Japón a principios del s.V de nuestra era.

Aunque las bases teórico filosóficas son las mismas, las diferencias socio- culturales de cada país hacen que poco a poco la acupuntura en Japón tome unas características diferentes a la practicada en China.

En Japón la acupuntura era practicada especialmente por personas invidentes las cuales desarrollaron y pusieron especial énfasis en la palpación del cuerpo y en la localización de los puntos de acupuntura a partir del tacto.

Así mismo desarrollaron la inserción de las agujas por medio de un tubo guía lo que permitía por un lado utilizar cada vez agujas más finas . Permitir  al paciente prepararse para el momento de la inserción y por otro desarrollar diferentes técnicas de inserción.

Debido a la alta sensibilidad de los acupuntores invidentes estos desarrollaron técnicas sutiles de estimulación de las agujas muy alejadas de ser molestas y dolorosas para los pacientes.

 

 

En primer lugar la acupuntura permite tratar una gran variedad de situaciones partiendo de un principio básico: cada persona manifiesta una dolencia - enfermedad- desequilibrio diferente a otro por lo que requiere un tratamiento personalizado.

Otro principio importante : tratamos a la persona desde la globalidad, no tomamos un síntoma como un hecho aislado e independiente sino que este forma parte de todo un conjunto. Así no tratamos "enfermedades o síntomas" sino tratamos a personas.

Con la acupuntura tratamos que el organismo se recupere por si mismo, procuramos que sin la ingestión de  substancias sea el propio cuerpo que se recupere. Activando y regulando su propio potencial de recuperación.

La acupuntura japonesa es un tratamiento suave e indoloro que no causa molestias.

El número de sesiones de acupuntura recomendadas varía según la dolencia y las necesidades del paciente.

Los beneficios de la acupuntura japonesa incluyen la reducción del estrés, el alivio del dolor y la mejora del bienestar general.

Así mismo puede tener una función preventiva y de conservación de la salud. Por medio de la detección de desequilibrios y poder actuar sobre ellos permite anticiparse a la aparición de ciertas afecciones.

La acupuntura es conocida por su eficacia en el tratamiento del dolor crónico, dolencias músculo esqueléticas, alteraciones digestivas o ayudar a reducir el estrés.

Así mismo la acupuntura es un excelente tratamiento complementario para una gran variedad de situaciones tanto de orden fisiológico como emocional.